El técnico de sonido de la sala Durango Club (Meliana) fue capaz de poner tan de los nervios a Una Sonrisa Terrible el pasado sábado 16 de mayo, que la banda, visiblemente molesta, abandonó el escenario tras interpretar solo cuatro canciones. Lo más paradójico es que Ambros Chapel, que actuaron esa misma noche, terminaron su concierto dándole las gracias públicamente al mismo técnico.
Curioso, ya que esta sala goza de muy buena reputación en referencia a acústica y técnicos de sonido.
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