
Música como "Adictos a la lujuria" de Paralisis Permanente, "Lili Marleen" de Interterror o "My way" de Sid Vicious entre otras, caldearon el ambiente anterior del evento. Después, la actuación del grupo telonero Lulla dio paso a Carmina Burana. Cual si fuera un aquelarre y lleno hasta la bandera con algunas antiguas caras conocidas locales, se repasaron la mayoría de temas de su preciada discografía tales como “La tierra feliz”, “Vacío histérico”, “Estereo afonía”, etc., pero fueron temas legendarios como “El telar de la locura” y “De las danzas apócrifas” las que revitalizaron neuronas y devolvieron años aparcados en el olvido a muchos de los asistentes. Por un día la historia siguió adelante pese a que alguien trató de cambiar el pasado para crear un nuevo presente sin pensar en el futuro, los papeles de fumar lucharon por enrollarse sobre si mismos, se convirtió en príncipe a la bestia, y los ángeles, las putas, Belcebú, el viejo Dragón, el filosofo y otras almas se abrazaron entre incienso y orina en la barra de aquella taberna mientras bebían cerveza en un copón de oro.